lunes, 14 de mayo de 2012

Vestuario Escénico vs. Moda



Siempre he defendido la idea de que el trabajo de un diseñador de vestuario escénico (bien sea para teatro, cine o tv) guarda más semejanzas que diferencias con el trabajo de un diseñador de moda. Ambos tipos de diseñadores  comparten procesos comunes: búsqueda de inspiración, desarrollo de paneles temáticos, primeros bocetos, delimitación de propuestas finales, realización de fichas técnicas, selección de tejidos, supervisión del proceso de realización, pruebas con prototipos, producto final, acabados y detalles. La diferencia está en que en moda se diseña para personas reales que usarán las prendas de vestir creadas en su día a día o para alguna ocasión especial, mientras que en el vestuario escénico se diseña para personajes de ficción que están tomados de la realidad pero que se desenvuelven en un espacio físico-temporal planteado por un texto dramático y desarrollado dentro de la visión de un director teatral.

En el caso del vestuario escénico, son el texto dramático, el tipo de proyecto (género y formato) y la visión del director los que determinan y a la vez condicionan los elementos de diseño, definiendo los tejidos a utilizar, las gamas de color, las texturas y acabados, así como el diseño propiamente dicho.

Si bien en moda la temporada y las tendencias, así como las demandas y necesidades del mercado, condicionan los procesos creativos de los diseñadores, también es cierto que tienen más libertad en el sentido de que son ellos quienes deciden qué hacer. Su condicionante vendría dado quizá por los niveles de “ponibilidad” o “característica comercial” que deben tener sus diseños para venderse en el mercado, pero definitivamente los diseñadores tienen la última palabra  y la posibilidad de elegir qué tanto o qué tan poco arriesgan en sus propuestas.

El vestuario escénico funciona diferente. El director con su propuesta estética general, el equipo de producción con sus presupuestos asignados, el texto escénico como determinante de situaciones dramáticas, y el elenco con sus necesidades escénicas, condicionan significativamente el proceso creativo del diseñador de vestuario. Sin embargo, está permitida la fantasía y el vuelo creativo, el “no realismo” y el juego en colores, texturas, etc., cosa que en moda está más condicionado por los cánones del mercado propiamente dicho.

Ambos trabajos de diseño son maravillosos y enriquecedores, y en definitiva requieren de talento, formación y disciplina para ser desarrollados.

En este post quiero compartir con ustedes lo que fue el diseño de vestuario de mi reciente espectáculo “De Amor y Flamenco”. Como hemos venido comentando en posts anteriores, se trata de un trabajo de danza teatro, escrito y dirigido por mí, que he tenido la oportunidad de presentar en Caracas en estos días de mayo.

Al ser la autora y directora del espectáculo, tenía muy claro lo que quería del vestuario: necesitaba principalmente un vestuario funcional y cómodo, que permitiera a las bailarinas-intérpretes moverse con facilidad, tanto en los movimientos de danza y flamenco, como en los más teatrales. Por otro lado, toda la estética del espectáculo fue pensada en tonos rojos con diversos matices y colores complementarios que variarían en función del estado anímico que se deseaba trasmitir a lo largo del mismo, con lo cual cada momento escénico debía tener una tonalidad acorde con la etapa de la evolución del sentimiento amoroso que se estaba contando. Además de ello, el tipo de flamenco que se baila en este espectáculo no es para nada tradicional y típico, sino con movimientos y acciones fusionadas con la danza y el teatro, con lo cual el vestuario tampoco podía mantener los códigos propios del traje de flamenca sino que debía ser más versátil y arriesgado. Y finalmente, las bailarinas salían poco de escena, sus tiempos para cambios de ropa eran casi inexistentes, por lo que necesitaba que el vestuario fuera multifuncional, de forma que poniendo una prenda o agregando algún elemento ya se transformara, sin que hubiera la necesidad de hacer grandes cambios.

Fue por ello que diseñe un body y un pantalón base sobre el cual se iban incorporando prendas superiores, que se ponían y quitaban con facilidad dentro y fuera de escena, según lo requiriera el montaje. En dos momentos del espectáculo aparecían dos vestidos, principalmente para los números de las solistas, para diferenciarlo un poco de los momentos en los que estaba presente el cuerpo de baile completo.


En el caso de este espectáculo no existe una única protagonista, sino que las 10 bailarinas en escena representaban a una misma mujer enamorada pasando por todas las fases del sentimiento amoroso, presentándola como si de una imagen multiplicada a través de espejos se tratase. En este sentido, todas iban vestidas, peinadas y maquilladas exactamente iguales, pero cada una aportaba su individualidad a esa imagen colectiva del amor y de la mujer que se quería crear con el espectáculo.

A continuación les dejo algunas fotografías del espectáculo, tomadas por el maravilloso fotógrafo Nicola Rocco, donde pueden apreciar detalles del vestuario y lo que fue la puesta en escena. En alguna de ellas aparezco bailando también. Espero las disfruten.

Y esto ha sido todo por ahora!. Espero pasen una semana maravillosa!

Feliz Semana y Hasta la Próxima!!

1 comentario:

  1. Hola Katy, presentas una visión muy clara en la diferencia entre vestuario escénico y diseñador de moda. Tuve el privilegio de ver tu obra "De Amor y Flamenco" la cual la describo como una forma o manera de relacionar un sentimiento amoroso. Te felicito.

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