lunes, 28 de mayo de 2012

EL IMAGINARIO HISTORICO EN LA MODA



Siempre he sido una fanática de la historia. Me resulta fascinante la manera en que las costumbres y vivencias del pasado han ido evolucionando hasta llevarnos a la realidad que vivimos hoy, y por eso indagar en los detalles y los procesos que se dan a medida que van pasando los siglos, así como entenderlos en el contexto donde se producen  desde el punto de vista sociológico, económico y político me parece una experiencia maravillosa.

Específicamente la historia de las artes (plásticas y escénicas)  y de la moda son de las historias más interesantes para mí, puesto que son el reflejo artístico de la realidad, ese escape único que tiene el espíritu humano que nos dice mucho de cómo vemos el mundo y cómo nos identificamos con él.

Con respecto a la moda por ejemplo, siempre se ha visto la historia del traje y de la moda como un proceso en común, cuando en realidad son procesos paralelos que se unifican circunstancialmente pero se dan por razones completamente distintas: el traje o la indumentaria son simplemente el conjunto de prendas de vestir que cubren, adornan y protegen el cuerpo, mientras que la moda en cambio constituye un mecanismo regulador de las elecciones en el vestir, condicionado por una serie de criterios subjetivos asociados al gusto colectivo en cada momento histórico.  En este sentido, la historia de las primeras civilizaciones, desde la prehistoria hasta el imperio bizantino constituye la historia de cómo evoluciona el traje y la indumentaria en función de las formas de vida, los avances que se hacen en tejidos, técnicas de tratamiento de los mismos, materiales, etc. mientras que las civilizaciones desarrolladas desde la edad media en adelante ya manejan una serie de elementos propios del concepto de moda que conocemos, asociados con la variación constante, el poder adquisitivo, la diferenciación, la pertenencia social, la identidad, etc., que se van reforzando en cada momento histórico por circunstancias concretas (que no vamos a tocar en este post), hasta llegar al concepto que tenemos de la moda en la actualidad: todo un sistema económico-social-cultural instaurado a nivel mundial que determina las formas de vestir en función  de unas tendencias y un estilo propio determinado en principio por las casas de moda, que es legitimado (o no) por el público consumidor de moda en cada país con su realidad, y circunstancias de vida individuales.

Sin embargo la moda, siempre inquieta y curiosa, muchas veces vuelve al pasado para reinventar sus orígenes y actualizarlos, y en este sentido, es común encontrar por ejemplo diseñadores que toman un estilo antiguo y lo modernizan en un contexto nuevo a través de prendas diferentes y arriesgadas que sin perder su actualidad evocan esos momentos históricos pasados. También estilistas de moda con una sensibilidad especial y un gusto exquisito,  muchas veces eligen para sus editoriales temáticas históricas, ofreciéndonos verdaderas maravillas fotográficas llenas de pasado y presente a la vez.

Como podemos ver, la historia, con sus contradicciones, sus vivencias, su contenido profundo, etc. siempre vuelve, siempre es parte de nuestra vida y siempre determina nuestro futuro, inclusive en la moda. Es un reflejo de nosotros mismos, de lo que hemos sido y de lo que escogemos ser en la actualidad, con lo cual siempre debemos tenerla presente en todos los niveles, pero especialmente como fuente creativa inagotable.  Quiero concluir este post con algunas imágenes de pasarelas y editoriales de moda que he encontrado en el maravilloso mundo de internet, que son evidencia del talento y la sensibilidad con los que la moda re-interpreta actualmente la indumentaria de las primeras civilizaciones.


Feliz Semana y Hasta la Próxima!!

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