lunes, 30 de enero de 2012

PERSONAJES CON ESTILO



            Siempre he defendido la idea de que moda y artes escénicas tienen más cosas en común de las que muchos imaginan, aunque en apariencia no sea así. Ambos mundos tienen una esencia y unas estructuras de funcionamiento y contenido tan distintas, que resulta casi imposible imaginar por dónde podrían enlazarse, sin contar además con el rechazo mutuo que se tienen (al menos en los círculos más eruditos de cada uno de ellos). Hoy quiero reflexionar un poco  sobre uno de esos muchos puntos de conexión que observo entre moda y artes escénicas, específicamente moda y teatro.

            No sé si por una necesidad personal de buscarle la quinta pata al gato, o por el hecho de tener formación tanto en diseño de moda como en diseño de vestuario, siempre he visto al consumidor de moda como un personaje teatral y viceversa: se trata de seres que necesitan vestirse en conformidad con una serie de códigos sociales y estéticos determinados por su época, y que a la vez tienen una serie de vivencias personales que influyen y condicionan su manera de vestir.

            Podemos definir al Personaje Teatral como un “ser de ficción” esbozado por un autor dramático, cuya referencia es la naturaleza del ser humano; en este sentido, el personaje representa escénicamente una serie de características físicas, psíquicas y emocionales que el escritor de la obra desea trasmitir, las cuales unidas a la presencia y acción de otros personajes, en un tiempo, espacio y lugar creados para ello, trasmiten un discurso escénico concreto. Por otro lado, el Consumidor de Moda es la persona que consume o demanda una serie de prendas y complementos de vestir, en función de  las condicionantes sociales, culturales, geográficos y económicas que le rodean; sus decisiones vienen determinadas por factores como el gusto personal, las tendencias en la moda, las costumbres, la ocasión, etc.


            Quitando el hecho de que “el personaje” es una ficción que imita la realidad, y “el consumidor de moda” es un ser real (que algunas veces parece de ficción por sus acciones), ambos tienen en común una personalidad, un contexto socio-económico-cultural, así como necesidades y situaciones personales propias, que determinan su comportamiento, y en consecuencia sus gustos en el vestir.

 Es evidente que un autor dramático no piensa en  esto cuando crea un personaje ni cuando  escribe un texto teatral; su propósito es mucho más complejo y responde a factores que no corresponde analizar en este post. Pero sí que es cierto que dependiendo de la interpretación que el Director de Escena haga de estos elementos, y de la manera en que el Diseñador de Vestuario caracterice a los personajes en su aspecto físico, va a depender la visión de la obra que se cree en el espectador, la manera en que éste va a codificar la serie de elementos que dramaturgo y director quieren trasmitir. En el caso de la moda, los códigos establecidos en cada época nos ubican en el tiempo y el espacio, creándonos el contexto referencial que necesitamos para entender la realidad, y en este sentido, el personaje teatral se vale también de esos códigos para situar al espectador en un universo escénico concreto.

Vemos entonces, que un vestuarista necesita conocer en profundidad el funcionamiento y los códigos de la moda en cada momento histórico; además debe conocer de morfología, de forma que busque la manera de favorecer al máximo al intérprete o actor que representará al personaje, y tener un tacto y una sensibilidad muy especial para tratar con los artistas, ya que son seres temperamentales y complejos. En realidad realiza un trabajo bastante parecido al de un personal shopper, solo que para personas de ficción representadas por personas reales, y con unos códigos estéticos no siempre correspondientes a su realidad. Por ello es importante que tenga formación tanto en historia del traje, moda, estilismo y diseño, como en artes escénicas, de forma que haga la mejor interpretación posible de las necesidades del texto dramático, de la visión del director de escena y de los requerimientos del equipo de producción.

Como no puedo abandonar mi lado creativo, les dejo a continuación un pequeño trabajo de estilismo inspirado en seis grandes personajes teatrales femeninos. Tomando sus características personales, su situación escénica y algunas referencias espacio-temporales de sus vidas, las he vestido a la usanza de nuestros tiempo pero conservando su sentido de personaje. Una prueba más de que el teatro puede inspirar grandes editoriales de moda. Ojalá les despierte la curiosidad por leer sus historias en las obras de teatro originales…todas son realmente maravillosas!!.

ANTIGONA
Obra: “Antígona”
Autor: Sófocles
Situación del Personaje: mujer griega, hija de Edipo, que lucha por dar sagrada sepultura a su hermano muerto enfrentándose a las leyes tiránicas del rey de Tebas.
Características: valiente, moral fuerte, íntegra y firme  



 JULIETA
Obra: “Romeo y Julieta”
Autor: William Shakespeare
Situación del Personaje: doncella italiana enamorada de un joven de familia enemiga a la suya, que finge su propia muerte para escapar con su amante. El plan se tuerce y su gran amor se suicida al creer que ella ha muerto. Finalmente se suicida.
Características: apasionada, entregada a sus sentimientos


 LADY MACBETH
Obra: “Macbeth”
Autor: William Shakespeare
Situación del Personaje: mujer escocesa, esposa del noble Macbeth, dispuesta a planificar y cometer los más terribles crímenes con el único propósito de que su marido sea coronado rey. La locura y la muerte serán el castigo de sus actos.
Características: ambiciosa, despiadada y manipuladora

OFELIA

Obra: “Hamlet”
Autor: William Shakespeare
Situación del Personaje: mujer inglesa, prometida del príncipe Hamlet, que ante el cruel rechazo de este , producto de sus sed despiadada de venganza, enloquece y se suicida ahogándose en el río.
Características: espíritu puro, alma angelical, enamorada


 NORA
Obra: “Casa de Muñecas"
Autor: Henrik Ibsen
Situación del Personaje: mujer noruega que tras intentar ayudar a su marido en la terrible situación económica y de salud en que se encuentra, descubre que éste en realidad no la valora ni considera sino que la ve como un objeto de su propiedad. Al final renuncia a  todo en defensa de su integridad personal, abandonando a su marido y a sus hijos.
Características: luchadora, decidida, de espíritu noble, clásica.




BERNARDA ALBA
Obra: “La Casa de Bernarda Alba”
Autor: Federico Garcia Lorca
Situación del Personaje: mujer española de moral rígida y carácter fuerte, que tras la muerte de su segundo marido decide para ella y sus 5 hijas el luto y encierro más riguroso, en defensa de las costumbres  moral de la sociedad de su época. Sus hijas se revelarán contra sus normas.
Características: dominante, implacable, soberbia, fría


Feliz semana para todos! Hasta la Próxima!!

lunes, 23 de enero de 2012

LUNARES EN CONTEXTO



La presencia del estampado de lunares en la moda constituye un hecho reincidente cada temporada. Son considerados clásicos irrefutables, con una personalidad propia tan fuerte que aunque conviven con las tendencias más innovadoras, siempre los encontramos presentes en catálogos, pasarelas y escaparates.

Su historia se remonta a mediados del 1700, cuando la aristocracia comenzó a imprimir una serie de manchas en los tejidos que posteriormente en 1840 llamaría oficialmente “Lunares”. Desde entonces y hasta nuestros días, la popularidad de este tejido no ha parado, encontrándolo siempre presente en las colecciones de moda. Los hemos visto principalmente en vestidos, blusas, pantalones y  jerseys de punto.

Dependiendo de cómo sean combinados con otras prendas, pueden sugerir looks completamente femeninos así como andróginos y masculinos. En las recientes temporadas P/V 2011 y O/I 2011-2012 los hemos visto presentes constantemente en pasarelas y tiendas; destaca en revistas y blogs especializados de esta temporada el uso de ellos que han hecho los diseñadores Marc Jacobs, Stella Mc Cartney y Paul Smith.


Saliéndonos del contexto de la moda, los lunares también nos remiten a una manifestación cultural típicamente española y patrimonio de la humanidad como lo es el flamenco. Como sabemos, el traje de flamenca es uno de los elementos más característicos y vistoso de este arte, y es usado tanto por artistas profesionales en su trabajo como por personas comunes para asistir a las diferentes ferias flamencas que se producen a lo largo del año en Andalucía. Los lunares y este tipo de traje eran usados originalmente por las mujeres de etnia gitana, antes de popularizarse su uso como parte del  traje típico andaluz. El origen del atuendo se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando las vendedoras acudían a la feria con los tratantes de ganado vestidas con modestas batas de percal adornadas con volantes. Enseguida, las clases pudientes copiaron el vestido de las trabajadoras del campo, y a partir de la Feria de Abril celebrada en el año de 1929, el traje se consagró como la vestimenta oficial para acudir al evento, tradición que se ha mantenido hasta la actualidad.

Este traje ha inspirado a numerosos diseñadores nacionales e internacionales en sus colecciones como Jhon Galliano, Tom Ford, Valentino, Yves Saint Lurent, Victorio&Lucchino, entre otros, y su uso ha ganado tanta fuerza que se han desarrollado pasarelas especializadas en moda flamenca como lo son la SIMOF (Semana Internacional de la Moda Flamenca)  que se realiza todos los años en Sevilla y  La Semana Flamenca de Jerez, que se produce en la ciudad de Jerez.


En lo personal, el “fenómeno lunares” en España me resulta muy paradójico: sabemos que el flamenco, al ser considerado como “folklórico”  por muchos españoles (con excepción de los andaluces, que lo defienden a capa y espada), no goza de una aceptación y admiración masificada, sino que por el contrario muchas veces es rechazado como arte con todos sus elementos, entre ellos los lunares; sin embargo, cuando un diseñador internacional utiliza los lunares junto con los volantes como “inspiración española”, se despierta la identidad cultural nacional y se realza el valor estético de lo flamenco; suele criticarse la presencia excesiva de lunares en el flamenco, pero a la hora de comprar suele buscarse el último grito de las tendencias en lunares si la moda así lo exige… y así podríamos citar numerosas situaciones en la misma línea.

Partiendo de esta paradoja, si tuviera que hacer la puesta en escena de un desfile inspirado en la “Moda Lunares”, combinaría modelos con bailaoras de flamenco; su forma de bailar no sería la tradicional flamenca, sino que me iría por el estilo  más contemporáneo de este arte (referencia: Joaquín Cortéz o Antonio Canales), y alternaría en las salidas baile y desfile, en una coreografía donde pasarela y espectáculo se fundieran en un solo recurso escénico.

La música sería el “Solo quiero Caminar” de Paco de Lucía en versión de Chano Dominguez (Pueden escuchar el tema en el reproductor a continuación)


MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

Los looks de las modelos y bailarinas irían en esta línea:




Y finalmente, si tuviera que presentar este desfile en un espacio como la antigua pasarela de Cibeles, el espacio escénico del desfile sería algo así:


Como pueden ver, “lunares de moda” y “lunares flamencos”, aunque se mueven en contextos distintos pueden convivir escénicamente, creando un contexto común. Una vez más moda y artes escénicas siguen abriéndonos su portal de posibilidades. Sólo es cuestión de abrir los ojos de la imaginación y soñar!!

Hasta la próxima! Feliz Semana!!


lunes, 16 de enero de 2012

MODA EN PARALELO: Caso Venezuela



Cuando se crece en un contexto donde la moda tiene un esquema de funcionamiento concreto, con un peso social, cultural y económico importante, resulta difícil imaginar que en otras partes del mundo este gran sistema que es la moda funcione completamente diferente. A propósito de mis vacaciones en Venezuela, he querido comenzar el año haciendo referencia al mundo de la moda en este país.

Venezuela es un país reconocido internacionalmente por la belleza de sus mujeres, siempre destacando en los concursos internacionales, por lo exótico de su geografía, llena de maravillas naturales, por la simpatía de su gente, y por su particular situación política. Pero poco o nada se sabe del funcionamiento de la industria de la moda en su territorio.

Dada la importancia social que tienen los concursos de belleza, la industria de la moda venezolana se ha construido principalmente en torno a ellos: los diseñadores de moda venezolanos encuentran en los trajes de fiesta, cocktail y fantasía que lucen las participantes en estos certámenes el espacio ideal para expresar su creatividad, y en este sentido, el concepto de estética y diseño está asociado generalmente a lo fastuoso, lo elegante, el trabajo artesanal en detalles de confección, lo llamativo, el realce de las curvas y  la feminidad.


Además del Miss Venezuela, que es el principal, existen muchos otros concursos de belleza menores que se suceden a lo largo del año, en los cuales también los diseñadores de moda venezolanos encuentran salida a su trabajo.  Paralelo a ello, en Venezuela existe una tradición de fiesta importante: muchas familias económicamente pudientes suelen celebrar en fastuosos eventos sus puestas de largo (o “fiestas de quince años”), compromisos, matrimonios etc. Para este tipo de actividades suele ser fundamental el uso de un traje exclusivo,  abriéndose también el mercado del diseño de moda venezolano en esta dirección.


Entre los diseñadores venezolanos de fiesta y novias más destacados podemos mencionar a Gionni Straccia, Nidal Nouaied, Hector Machuca, Hugo Espina, Luis Perdomo, Gustavo Monagas y Raenra. Trabajan a medida, con clientes exclusivos, y tienen una importante imagen tanto en los concursos de belleza como en los altos estratos de la sociedad.


Dentro de este contexto, el diseño de bañadores y ropa de playa también ha cobrado especial importancia, tanto en el mundo de los concursos de belleza como fuera de él; tengamos en consideración que Venezuela es un país tropical, y que en este sentido la playa y el mar forman parte importante de sus actividades de ocio. Es por ello que han surgido importantes firmas y diseñadores independientes que se dedican al sector moda bañadores/ estilo playa.


Ya a nivel más internacional, tenemos a 4 diseñadores venezolanos destacados: Carolina Herrera, Angel Sanchez, Giovanni Scutaro y Mayela Camacho. Ellos han hecho colaboraciones en su momento con los concursos de moda, y en la actualidad han orientado su carrera no solo hacia la alta costura sino también hacia el Prêt a Porter, abriendo una serie de tiendas dentro y fuera de Venezuela, y defendiendo un concepto estético más universal sin perder por ello su  aporte creativo y personalidad. Son exitosos en Estados Unidos y Europa.


En Venezuela, el diseño de moda como carrera y profesión cobra cada día más popularidad. Sin embargo, aún se carece de una industria sólida y de un apoyo sostenido en lo que a proyectos y educación de moda se refiere: existen muy pocos espacios de formación en diseño de moda en el país, y en la mayoría de institutos de diseño solo se imparten cursos de diseño gráfico y de interiores, siendo muy pocos los que ofrecen diseño de moda. Entre los pocos institutos dedicados a la moda en Venezuela podemos mencionar a: Brivil Instituto de Diseño en Caracas, el cual es uno de los principales institutos en el país, con aproximadamente treinta 30 años de experiencia y con reconocidos profesionales egresados en el mercado laboral; ofrece dos carreras, Diseño de Modas y Diseño Ambiental (espacios internos y externos) y también ofrece cursos cortos complementarios en interesantes ramas de ambas carreras; otro importante es el Instituto Universitario de Diseño Las Mercedes, también en Caracas, creado en 1999 y en él se dictan las carreras Diseño de Moda, Diseño Interior, Diseño Gráfico y Publicidad y Mercadeo; la formación es de tres años y se egresa como técnico superior; también está la Universidad Monseñor Talavera, con diversas sucursales en el país, donde ofrecen la carrera de Diseño de Moda mención ropa, la cual tiene una duración académica de tres años, y donde los egresados obtienen el título de técnico superior. Y luego tenemos academias pequeñas de corte y confección, donde se imparten conocimientos elementales sobre costura, sin profundizarse demasiado  en todo lo que se refiere al diseño y al mundo de la moda. Es por ello que muchas veces quienes se dedican a este arte suelen ser personas con talento nato (autodidactas) o bien personas que prefieren procurarse una formación académica que les permita explotarlo de manera adecuada, escogiendo la mayoría de las veces estos institutos que he mencionado o ya directamente irse fuera del país para realizar sus estudios de diseño de moda.

En cuanto a las semanas de la moda, hasta no hace mucho, en Venezuela no existía esta modalidad, sino que los diseñadores trabajaban de forma aislada e independiente. Con el objetivo de cambiar esta realidad y dar proyección al diseño de moda venezolano, así como crear y desarrollar nuevos modelos de negocio en el sector moda, se creó en el 2010 la  Venezuelan Fashion Week,  realizándose en el World Trade Center de la ciudad de Valencia, en el estado Carabobo. Esta primera edición contó con 12 diseñadores profesionales y 4 noveles, y se realizó imitando un poco el formato de las pasarelas internacionales: con un área de stands de productos de belleza y peluquería, y un área de  pasarela donde se realizaban los desfiles.  En la segunda edición realizada en 2011 el evento cambió de nombre, siendo ahora oficialmente la pasarela Venezuela In Moda, y contó con la participación de 40 diseñadores, logrando darle en esta oportunidad mayor impulso al Prêt a Porter nacional, que hasta no hace mucho había sido poco desarrollado dada la fuerte importación de ropa extranjera que existe en el país. Esperamos que la próxima edición en 2012 siga generando resultados positivos para la moda venezolana.


Todo lo que he comentado hasta ahora constituye el mundo de la moda en lo que podríamos llamar la alta élite o los círculos “especializados” que se dedican a la moda y la belleza en Venezuela. Es tan solo un lado de la realidad de la moda venezolana.

Luego existe el día a día, la gente que independientemente de su estrato social y de su conocimiento o no del mundo de la moda necesita vestirse, los consumidores voraces del Prêt a Porter y de la moda para masas.

En este otro lado de la realidad de la moda venezolana, encontramos un fenómeno particular: en Venezuela no existe un sector ni una industria Prêt a Porter y/o moda de masas de producción nacional. La mayoría (por no decir la casi totalidad) de las tiendas venezolanas son multimarcas con ropa traída de Estados Unidos y otros países latinoamericanos. Son tiendas y negocios gestionados con habilidad y estilo por comerciantes venezolanos, que se ubican en centros comerciales grandes y locales comerciales medianos/pequeños a lo largo y ancho de la geografía nacional. En este sentido, importa muchísimo el Retail, el visual merchandising, los precios, la variedad de producto, ciertos parámetros de calidad, los gustos estéticos de la población, etc. pero importa poco o nada la autoría de la ropa, como tampoco se le da un valor excesivo a las tendencias de moda. Es un sector que se mueve en los parámetros de la funcionalidad y el marketing, dándose poco valor al factor diseño, marca y tendencia. Sin embargo, las marcas y cadenas internacionales de ropa y calzado presentes en el país (especialmente las norteamericanas) son altamente valoradas, aunque no siempre se sepa mucho sobre su historia y concepto de marca.  En el caso de Inditex por ejemplo, solo tiene en  Venezuela Zara, Bershka, Pull and Bear y Kiddys Class, y la gran mayoría de los venezolanos no tienen ni idea de que forman parte de un mismo grupo, y muchísimo menos que se trata una marca española; por el contrario, las ven como marcas aisladas e independientes, pero gozan de gran aceptación.

Vemos entonces cómo la industria de la moda venezolana se mueve en dos realidades coexistentes: por un lado la “formal”, donde los diseñadores de moda están trabajando arduamente en concretar un sector fuerte y reconocido a  nivel nacional e internacional, buscando espacios y alternativas para proyectar la moda venezolana; y por otro lado la “real”, donde el Retail puro y duro promueve a los comerciantes venezolanos que crean multimarcas de firmas extranjeras, pero que no se orienta ni al diseño ni al valor de lo hecho en Venezuela.  Es importante que estas dos realidades encuentren puntos de convergencia para que la industria de la moda venezolana adquiera un peso y una personalidad propia, pero falta mucho por hacer en este terreno, y lamentablemente la situación general del país no facilita las cosas. Sin embargo se siguen dando pasos para lograrlo, y en lo personal tengo fe en que se logre algún día… hay mucho potencial humano para ello, y todavía creo en las personas que usan apropiada y sabiamente sus talentos.

Para despedirme, quiero comentarles un fenómeno divertido que solo he visto en Venezuela: como saben todos, las operaciones estéticas son famosas en el país, y la gran mayoría de la población femenina venezolana tiene el pecho operado. Este fenómeno influye significativamente tanto en la estética general como en la manera de vestir de las mujeres. Algunos comerciantes venezolanos, conscientes de esta situación, han creado un tipo de maniquíes “especiales” para sus vitrinas, a fin de que las chicas operadas se sientan más identificadas, y se hagan una idea más clara de cómo quedarían sus voluptuosas curvas con las prendas de vestir que venden en las tiendas, y el resultado visual es este (no es un montaje! Lo he visto con mis propios ojos!!)…



Que pasen una buena semana!! Hasta la Próxima!!

P.D: Sólo por si les interesa ampliar alguna información, les dejo algunos enlaces de temas que he tocado en el post: